Ayer fue el cumpleaños de mi madre y decidí hacerle una tarta especial, que nunca hubiera hecho.
Tengo que confesar que normalmente dejo todo para última hora, pero esta vez no se porqué decidí empezar el sábado a prepararlo.
Mi idea era hacer un bizcocho de moka y ponerle una cobertura rosa para que hiciera contraste. Como no lo había hecho nunca decidí copiar una receta de un blog de repostería. Conforme leía los ingredientes ya me parecía extraño que necesitara una cucharada (que no cucharilla o cucharadita) de levadura, pero pensé que si en la receta lo ponía, había que seguirla.
No os podéis imaginar mi cara cuando una vez en el horno empieza a salirse la masa de los tres mini moldes, cual lava de volcán. Una vez terminados, decidí probar la "lava" que había salido, para ver que tal el sabor, y os aseguro que mi cara esta vez era peor que si la masa hubiera salido del horno. Que horror!!!
Tras esto pensé que mejor compraba un pastel en alguna pastelería, aunque la idea duró poco. Al final recurrí a una receta de bizcocho de Alma Obregón (http://www.objetivocupcake.com/2012/10/cortocircuitos-cerebrales-y-tarta-de.html) y en cuanto al icing para el relleno y la cobertura, hice un poco de trampa, recurrí a uno de vainilla ya preparado que compré porque me apetecía probarlo de Betty Crocker.
Como decoración hice dos rosas de fondat blanco, también era la primera vez que las hacía y es realmente fácil. Aunque el calor que hacía el sábado dificultaba bastante el trabajo con el fondant, que se quedaba pegado a las manos.
En cuanto a la preparación, seguí la receta de Alma al pie de la letra, pero aumentando las cantidades, porque mi molde es más grande. Una vez el bizcocho estaba templado, lo parte en tres partes iguales y fui rellenando y puse una capa sella migas. Después a la nevera mínimo una hora, también aquí el calor influyó bastante, porque tuve que devolverlo a la nevera antes de poder ponerle la capa definitiva. Una vez estaba la segunda capa, otra vez al frío. Finalmente puse unas virutas de chocolate, porque decorarlo con mas icing me parecía excesivo, y las dos flores de fondant. Además de poner felicidades con uno de esos lápices de chocolate que venden casi en cualquier supermercado.
El resultado fue bueno, con decir que mi madre pensó que la había comprado :). Aunque el sabor el sabor del icing es bueno, a mi se me hacía un poco pesado, la próxima probaré alguna crema más ligera.
Os dejo unas fotos para que veáis el resultado.
Espero que os haya gustado.